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Archive for septiembre 2011

NOTA DE PRENSA DE GRUPO AJEC  

OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR

En la Ciudad Oscura es una novela de ciencia-ficción, ambientada en un Madrid del futuro, no demasiado diferente al actual en cuánto al diseño de la ciudad, medios de transporte o usos y costumbres. Nos encontramos en un Madrid con problemas de violencia, delincuencia, racismo o tráfico de drogas y de discos de programas de realidad virtual e invadida por un extraño virus que está diezmando gradualmente a gran parte de la población. Los ciudadanos están sometidos a un gran control gubernamental a través de implantes electrónicos, introducidos en la cabeza y que funcionan a modo de radar. En este ambiente, desarrollan su labor una pareja de policías, especialistas en escaquearse de los conflictos y que protagonizan una compleja peripecia. En ese sentido, la narración entronca más con la novela negra de toda la vida que con la Ciencia-Ficción al uso.

Films como Días Extraños, 1997: Rescate en Nueva York o Blade Runner serán inmediatamente evocados por cinéfilos familiarizados o fanáticos de este tipo de películas y autores como Philip K. Dick o William Gibson, por lectores aficionados a las novelas de ciencia-ficición contemporánea.  Se evidencia por parte de Ángel Torres Quesada su gran amor al género en cuestión y su profundo conocimiento del tema, por lo que su novela funciona como una suerte de homenaje a ese tipo de historias en lo que lo policíaco y la ciencia-ficción caminaban de la mano, en mundos no demasiado diferentes al nuestro. Aquí no encontraremos guerras de galaxias ni naves que recorren el espacio tripuladas por hombres vestidos con esquijamas en tonos pastel sino una manera entretenida de reflexionar sobre el mundo que nos rodea.

Para dar una mayor hondura y profundidad a sus personajes, Ángel Torres Quesada emplea demasiado tiempo en narrarnos los problemas sentimentales o los dramas personales de estos; en ese sentido, me parece una opción válida y eficaz pero por otro lado distrae un poco la atención del thriller que forma el corpus central, y pienso que más importante y motivador, de la novela. Por otro lado, el lenguaje que se maneja a lo largo de la narración es duro, bronco, áspero y agresivo, tal como lo son los personajes principales y el mundo en el que viven.

Como novela policíaca cumple con todos los requisitos y por eso me parece escrita con gran rigor. Sin embargo, también es cierto que el exceso de influencias provoca que los elementos más o menos originales, que también aparecen, queden un tanto apagados ya que lo que más brilla o lo que más atrae es aquello que resulta más reconocible por el lector y que, curiosamente, no siempre es lo más novedoso.

JOSEPH B MACGREGOR 

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FICHA DE GRUPO AJEC 

OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR

Aunque la ilustración de la portada pudiera hacer pensar que nos enfrentamos con una narración de terror o gore nada más lejos de la realidad, ya que El Baile de los Secretos es una novela de género fantástico, del tipo Dragones Y Mazmorras, es decir un grupo de adolescentes que por una serie de circunstancias consiguen introducirse en un mundo de magia y espada en el cuál cada uno de ellos adoptará un papel o una personalidad concreta en cumplimiento de una peligrosa misión.

En este caso, el elemento o la excusa que permite a los personajes conectar con el otro universo es una misteriosa partida de juego de rol, recurso bastante arriesgado que, desde mi punto de vista, se traduce en confusión y falta de definición de los personajes, sobre todo en los primeros capítulo en los que ignoramos que rol desempeña cada uno de los participantes del juego en el mundo paralelo. De igual modo, como la aventura en la intervienen ya está iniciada cuando accedemos a ella, los personajes que participan en dicha peripecia se presentan como unos  absolutos desconocidos para el lector, por lo que resulta complicado empatizar con ellos o interesarnos por su suerte. Supongo que Jesús Cañadas, el autor,  busca crear tensión, suspense e intriga pero, en mi caso, lo que provocó fue impaciencia, confusión y tener que leer varias veces los primeros capítulos para enterarme bien de quién era quién.

Semejante comienzo no me resultó demasiado alentador y aunque, en general, la novela intenta ser amena, entretenida e imaginativa (y creo que lo es en parte), lo cierto es que el balance general no ha resultado demasiado positivo. Por un lado, los personajes no llegaron a conectar nunca conmigo y me parecieron con poca hondura. De hecho, no llegué a empatizar con ellos en ningún momento. De igual modo, sus peripecias me despertaron poco interés y las viví, en general, con escaso apasionamiento.

La novela, eso sí, se lee bien, no resulta densa ni pesada pero con poca capacidad también para sorprender o asombrar, quizá porque el autor se adentra por terrenos ya de por sí demasiado trillados y en los que resulta bastante complicado ser original y en los que es muy fácil caer en el lugar común o en el tópico.

JOSEPH B MACGREGOR

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SINOPSIS DE ARCO PRESS

Daniela, una estudiante de Farmacia, descubre que su novio, sempiterno caradura, ha vuelto a engañarla. Pero ésta será la última vez. Con la carrera terminada, consigue inesperadamente un puesto en el departamento de Edafología… aunque en su primer día Daniela cae en la cuenta de que no tiene la menor idea de lo que significa dicha palabra. Un congreso de expertos la servirá para orientarse: en él se reencontrará con Cándido, extravagante filósofo y amigo de la familia, y con las hermanas Calasparra, Gracia y Virtudes, archienemigas de Daniela desde la infancia. Pronto saldrán a la luz variopintas querencias sentimentales y enredos amorosos del todo imprevistos. Pero no sólo amor vuela en el ambiente: un repelente loro llamado Don Francisco bate también sus alas en el idílico entorno. Amantes despechados, fumadores acosados y becarias incompetentes se dan cita en una trama endiabladamente divertida, que remite a los grandes maestros del género humorístico, como Wodehouse o Roald Dahl.

OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR

Después del grato sabor de boca que me dejo DANIELA, LUNA NUEVAtercer título protagonizado por el personaje creado por la escritora granadina Sonia Ruiz en el año 2008, aparecido por primera vez en Daniela. ¿Qué he hecho yo para merecer esta familia? …; me apetecía leer sus anteriores aventuras. Por eso abordé la lectura de Daniela en Cuarto Menguante, segundo título de la serie y primero publicado por  Arco Press, con bastante entusiasmo y aunque no me ha defraudado del todo si es cierto que no me ha motivado tanto como me esperaba.

Eso sí, el estilo inconfundible y caricaturesco de Sonia Ruiz está presente en a lo largo de la historia, una suerte de comedia de los errores con toques absurdos y surrealistas,  que tiene bastante que ver con el humor clásico español de toda la vida. Muchas de las situaciones de comedia planteadas a lo largo de la novela y algunos de los diálogos chispeantes que mantienen los personajes , me han evocado a autores como Jardiel, Muñoz Seca, Miguel Mihura o Álvaro de la Iglesia; un tipo de humor que jugaba con el doble sentido, el equivoco y que satirizaba los usos y costumbres de la burguesía y la aristocracia de manera elegante, aunque no exenta de mordacidad. Este aspecto es uno de lo que más me ha convencido e interesado de Daniela en Cuarto Menguante.

Sin embargo, ambientar las peripecias de Daniela en un Congreso de Edafología y Geología no me ha parecido tan divertido como en Daniela, Luna Nueva, cuya historia se desarrollaba en la selva, escenario al que la autora le sacaba mucho mayor partido.

Aparecen personajes que forman parte del universo Daniela, como su estúpido (ex)novio Arturo, y otros que son igualmente estrambóticos, ridículos o pasados de rosca, más un insoportable loro que le hace la vida imposible; y todos se ven envueltos en una serie de equívocos de corte «sentimental» o «romántico» por lo que el lío está servido. Sin embargo, encuentro la novela algo contenida, como si el personaje de Daniela no acabara de soltarse del todo. Y aunque la autora nos ofrece muchas situaciones divertidas lo cierto es que le falta, en general, ese punto de locura absoluta que sí aprecié en Daniela, Luna Nueva, novela que considero mucho más conseguida, mucho más redonda.

No obstante, Daniela en Cuarto Menguante me ha parecido una historia fresca, entretenida, que se lee muy bien y con la que se pasa un buen rato, que no es poco.

JOSEPH B MACGREGOR

Enlaces de interés de Daniela:
El blog de Daniela
Página Web
Daniela en Facebook
Daniela en Twitter
Blog Querida Claudia
BOOK TRAILER DE LA NOVELA 

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Opinión de Joseph B Macgregor

Coronel Jack es una entretenida narración de aventuras y redención que comparte algunos puntos en común con Robinsón Crusoe, su obra más célebre, y que tiene que ver con que ambas son historias de una superación personal, la crónica de un superviviente; y con Moll Flanders, otra de sus novelas más valorada, su adscripción al género picaresco.

La narración adopta la forma de un libro de memorias que el protagonista (del que sólo conocemos su seudónimo Coronel Jack) inicia cuando cree haber conseguido su objetivo: convertirse en un hombre decente o lo que es lo mismo (así lo considera él al menos) un caballero con gran poder económico. En ese sentido, llama la atención la ausencia de capítulos, sobre todo porque la historia funciona por acumulación de peripecias o acontecimientos y el lector necesita un descanso. Sin embargo, semejante opción viene motivada precisamente por su vocación de libro de memorias en el que el protagonista nos relata su propia vida de manera continuada.

Las intenciones del autor son claramente moralizantes; incluso en ocasiones no se ocultan las creencias religiosas de Daniel Defoe. En el proceso de dignificación personal del Coronel Jack está muy presente la acción de Dios; toda la buena fortuna que experimenta el protagonista parece estar provocada por la providencia divina. Al menos así, lo creen no sólo él sino también otros personajes secundarios de la historia. Sin embargo, lo cierto es que Jack posee una gran intuición, astucia e inteligencia y en realidad son estas cualidades las que le permiten salir airoso de todos los apuros en los que se ve envuelto.

Así, Coronel Jack es un superviviente cuyo principal objetivo en la vida es salir de la miseria, dejar de ser un pequeño ratero, y convertirse en un ciudadano de orden. El pequeño huérfano roba para vivir pero pronto es consciente de que va por mal camino y que tiene que cambiar. Todas las aventuras que éste protagoniza, los conflictos que va resolviendo, buscan cumplir tan ambicioso afán por lo que el personaje entronca con grandes pícaros de la literatura inglesa como Tom Jones de Henry Fielding o Barry Lyndon de William M. Thackeray e incluso con nuestro Lazarillo de Tormes, aunque la obra de Daniel Defoe carece del tono fresco y vodevilesco de la primera o del eficazmente satírico de las segundas.

JOSEPH B MACGREGOR

Reseña publicada en EL PLACER DE LA LECTURA

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OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR

Jan Zabrana (4 Julio de 1931, Herálec (Distrito Havlíčkův Brod) – 3 Septiembre de 1984, en Praga) es uno de los escritores y traductores checos más importantes y reputados de su país.

Sus padres, maestros de escuela, ejercían también la política activa. Su madre fue diputada del Parlamento Regional y su padre, alcalde de Humpolec antes del golpe de Estado Comunista y ambos mostraron sin tapujos su adhesión al Partido Socialista Nacional, partido político de corte social-demócrata. A finales de febrero de 1948 y como consecuencia de un golpe de estado, el Partido Comunista de Checoslovaquia, con el apoyo soviético, se hizo con gobierno del país checo, dando paso a lo largo de cuatro décadas de dictadura comunista. Por eso, sus padres fueron perseguidos y condenados a 20 años de prisión, acusados de alta traición. Todos los bienes de la familia Zabrana fueron confiscados cuando Jan tenía diecinueve años.

Las aspiraciones universitarias de Zabrana se verán frustradas por partida doble. Primero, se le impide matricularse en filología clásica en la Universidad Carolina de Praga ya que se le considera no apto políticamente para el estudio. No obstante consigue ser aceptado la Facultad de Teología Cirilo-metódica en la que estudia hebreo, griego, latín y eslavo. Sin embargo, tras el arresto de su padre, será expulsado definitivamente de la Universidad y condenado a diez años de prisión.

Tras cumplir su condena, Zabrana instala su residencia definitiva en Praga, ejerciendo labores de ajustador mecánico en una fábrica de vagones y, poco después, en un taller de esmaltado, empleo que abandonará tras publicar sus primeras traducciones. A partir de entonces, decide dedicarse a la literatura y a la traducción profesional del ruso y del inglés.

Su obra literaria es bastante amplia. Durante los años sesenta publica, bajo la autoría compartida con Josef Skvorecky, tres novelas de género policíaco, otra de género juvenil, varios poemarios – Inmóviles iconos negros, Páginas de un diario y Linchamiento, El cuervo (publicado tras la caída del comunismo), La certidumbre de lo peor y El muro de los recuerdos- , y una series de novelas cortas escritas en los años cincuenta, que aparecen recopiladas en Siete novelas breves.

Toda una vida (1992) fue publicada dividida en dos volúmenes y en ella se recoge las 1.100 páginas del diario íntimo de Jan Zabrana, elaborado a partir de las libretas y cuadernos – datados y anotados- que se descubrieron tras su muerte y de los que sólo se publicaron una tercera parte. En esta versión publicada por Melusina se recogen tan sólo una décima parte del original, seleccionados y recopilados por Patrik Ourednik.

Los textos de Zabrana insisten en varios temas que le obsesionan. Por un lado, subraya la evidencia de que los mejores años de su vida, los de su juventud, estuvieron llenos de dolor, sufrimiento y rabia debido a las trágicas y duras prácticas represivas de las que fue objeto durante esos años por parte de las autoridades comunistas. Zabrana denuncia la falta de libertad, la asfixiante existencia, triste y gris, que experimentaron los checos durante el periodo en que gobernó el Partido Comunista, pero lo que más le duele es saber que nadie le devolverá aquellos años perdidos.  De hecho, en algunas ocasiones manifiesta sentirse como un muerto en vida.

Por otro lado, se ocupa de denunciar a todos aquellos escritores que se vendieron al poder, a los que considera directamente como malos autores. Zabrana no acepta al que renunció a su libertad de expresión por convertirse en “escritor recomendado” por el régimen, sobre todo, porque considera que es imposible que estos sean autores de calidad, cuando se han vendido al poder político, convirtiéndose en portavoces de un sistema represor y anti-democrático.

En otras ocasiones, el autor expresa además sus reflexiones sobre la vida y la muerte, el dolor y otras cuestiones de índole vital o emocional.

El anti-comunismo de Zabrana no se traduce en una defensa del capitalismo, el cual le parece un sistema ridículo, ni tampoco de sistema de gobierno de corte fascista o autoritario. Simplemente, expresa cuál fue su dolorosa experiencia y denuncia a todo aquel que considera como un cobarde, un vendido o un oportunista.

En todo momento, Zabrana se nos muestra como un autor drástico, radical, que se expresa sin tapujos, sin miedo y que usa la literatura como un medio para desahogarse o expresar sus inquietudes, recuerdos y reflexiones.

JOSEPH B MACGREGOR

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OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR

En el apasionante prólogo de Una temporada en lo moderno, firmado por Luis Antonio de Villena, se nos ilustra sobre la interesante dualidad vital de Rimbaud, interesante punto de partida, que se me antoja directamente relacionado con la posterior declaración de intenciones de Julio Pérez Manzanares, autor del ensayo:

El mito del poeta jovencito, homosexual o bisexual, abierto a todo, descarado, drogadicto rebelde, compañero del gran poeta (más tradicional) Paul Verlaine, siendo mucho -amor, aventura, sexo, riesgo, bohemia- es sólo la primera mitad aludida del mito Rimbaud. La otra es lo que siguió: el Rimbaud que olvidado de sí, intenta ser otro, como comerciante en Aden, acaso traficante de armas (es casi seguro) y hasta se dijo que de esclavos, aunque hay entre la misma leyenda. El Rimbaud que se quiso un salvaje, el que olvidó casi por entero su anterior, el que quiso huir de la civilización occidental y que terminó con un cáncer en Etiopía, que le operan en Marsella amputándole una pierna, ese «místico en estado salvaje» que dijo el católico Claudel y que murió junto su hermana Isabelle, tan pudibunda, entre atroces dolores…

De igual modo, se insiste en su indiscutible labor como precursor de movimientos rompedores, anti-sistema o vanguardistas:  

Rimbaud ha llenado el simbolismo, el dadaísmo, el surrealismo y el mundo americano de los beats, de los hippies y del punk. Rimbaud ha sido uno de los emblemas de la «contracultura», desde Allen Ginsberg a Curt Cobain.

Relacionado de manera directa con todo lo anterior, seguidamente Julio Pérez Manzanares nos ilustra acerca de cuál es la orientación que ha querido dar a sus textos sobre Rimbaud, reforzando así el discurso iniciado por De Villena en el prólogo del libro:

No se encontrará en ellas, una exhaustiva biografía ni sobre Arthur Rimbaud ni sobre cada uno de los personajes que en estas páginas puedan aparecer reflejados. El motivo de éstas ha sido, perseguir al «mito Rimbaud» a través del siglo xx. No ha sido mi intención fijarme en un aspecto en particular del mito del poeta de Charleville: el Rimbaud poeta, el Rimbaud punk, el Rimbaud icono gay, el Rimbaud beat, etc. La intención- mucho más ambiciosa, y raramente por ello mucho menos conseguida- era esbozar, siquiera, como todos estos aspectos han contribuido, cada uno en su medida, al citado mito que alcanza nuestros días.

Tampoco podría englobarse bajo la difusa etiqueta de «estudio literario»; la mezcla -de por qué y, sobre todo, «cómo» mezclar a un músico grunge con Baudelaire, a Picasso con la chapa de un museo en Charleville, a Patti Smith con las prácticas dadaístas o a la poesía con el rock, creo que la podría encontrarse en el mismo recorrido trazado por estas líneas: desde la «popularidad» del cenáculo poético de finales del siglo XIX, el casi absoluto anonimato, la recepción por parte de algunos de los más populares miembros de la «vanguardia histórica» tanto de uno como de otro lado del Atlántico; su inclusión en la Universidad, su trasvase a la denominada «cultura popular», su reinserción en grupos de «iniciados» y su inclusión en el imaginario colectivo. Este análisis de la obra de Rimbaud ha tratado de serlo de las múltiples paradojas que como tal encarna y con las que nos iremos encontrando en las páginas siguientes.

De este modo, en cada uno de los artículos incluidos en el libro, el autor intenta descubrir al hombre que hay detrás del mito y tratar de desentrañar las causas o los motivos por los cuales la personalidad rebelde y  rompedora de Rimbaud ha sido tan transcendental en gran parte de los movimientos culturales del siglo XX y del XXI, pero también su influencia como icono gay en artistas homosexuales como Jean Genet, no sólo en el ámbito de lo literario sino, y sobre todo, en su experiencia vital.

Como señalaba De Villena en el prólogo del libro, a Manzanares le interesa tanto el Rimbaud de los primeros años, que apuraba la vida al máximo, bohemio y transgresor, como el que un buen día se atrevió a decir No, como Bartleby, el escribiente de Herman Melville, y optó por otro tipo de vida, más aventurera pero menos interesada por la literatura o el arte.

A lo largo del libro, el autor demuestra un documentando y profundo conocimiento del tema, huyendo de la tesis sesuda pero encarando el ensayo apasionado, no exento de densidad pero también de una nada disimulada fascinación por el personaje, el cual se nos descubre de una enorme modernidad y vigencia.

JOSEPH B MACGREGOR

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Opinión de Joseph B Macgregor

Eginald Schlattner Norbert es uno de los escritores Rumäniendeutsch más celebrados de su país. Habla y escribe en rumano y alemán (el alemán es su idioma nativo). Nació el 13 de septiembre 1933 en Arad. Creció y pasó su juventud en la ciudad de Fogarasch (Transilvania) conviviendo con diferentes grupos étnicos: rumano, húngaro, alemán, hebreo, armenio y gitanos. Esta mezcolanza viene motivada porque tras la Segunda Guerra Mundial, Transilvania se convirtió en territorio rumano. Por eso, en las novelas de Schlattner está muy presente el carácter húngaro-rumano (o viceversa) del autor e intenta reflejar las trágicas experiencias, y por derivación de las inquietudes o desasosiegos, de una población sometida primero a la represión nazi y posteriormente a la de los “liberadores” comunistas.

Estudió en Klausenburg—hasta su expulsión de la universidad—Teología, Matemáticas e Hidrología. En 1957 fue arrestado y en 1959 juzgado por deslealtad y alta traición. Durante 20 meses fue torturado física y mentalmente por las autoridades comunistas, fue maltratado, golpeado y sometido a tácticas de inanición. Finalmente, acepta cooperar con los investigadores: «. Fue una decisión límite, después de meses de resistencia, por lo que asumo la responsabilidad”. No obstante en noviembre de 1959 será condenado por el delito de alta traición a dos años de prisión y confiscación de bienes, castigo que fue compensado por el período de prisión preventiva. Después de salir de la cárcel, las autoridades comunistas le dieron la oportunidad de salir de Alemania. «Todos los ex-presos políticos de inmediato recibieron el pasaporte, ya que el régimen estaba feliz de deshacerse de ellos. Entonces, una voz interior – yo sabía que era la voz de Dios – me dijo: “¡No te vayas! « Tan trágica experiencia servirá como inspiración de gran parte del argumento de Guantes Rojos.

Tras su puesta en libertad, trabajó como jornalero y más tarde como ingeniero. En 1973 retomó los estudios de Teología. Hoy en día es párroco de prisiones y vive en Hermannstadt.

Sus obras poseen un marcado barniz autobiográfico, centradas en denunciar los usos y abusos – los cuáles experimentó en carne propia – del régimen comunista en los territorios húngaros-rumanos. Guantes Rojos es la segunda parte de una gran trilogía sobre una familia transilvana que inicia El gallo decapitado (1998) y concluye El piano en la niebla (2005).

La novela se ambienta en los años posteriores a la Revolución Húngara de 1956, movimiento contrarrevolucionario de carácter nacionalista en contra del gobierno de la República Popular de Hungría y las políticas impuestas por la URSS. Duró del 23 de octubre al 10 de noviembre de 1956 y fue aplastada de manera fulminante por el Gobierno Comunista; años caracterizados por una fuerte represión en los que cualquiera podía ser sospechoso de traidor al régimen. Así, jóvenes estudiantes fueron sometidos a la incomunicación y a la tortura para conseguir que delataran a sus conocidos, amigos o seres queridos. Entre los detenidos por los agentes de la Securitate se encuentra un universitario y autor literario húngaro-rumano (alter-ego de Eginald Schlattner), al que se incita a que delate a conocidos, amigos o miembros de su familia. Para conseguir su confesión el joven es sometido a unos crueles interrogatorios. Encerrado en su celda de incomunicación hace balance de su vida, evocando así a las personas sobre las que le interrogan y que se niega a delatar. No es difícil encontrar semejanzas entre las duras experiencias vividas por el escritor y por las padecidas por el protagonista de novela.

Se trata, por tanto, de un texto seco, duro y claustrofóbico, que no escatima en detalles, repletos de momentos muy agresivos, dolorosos y desagradables… muy reales. Pero también es una novela muy densa, con un exceso de disquisiciones filosóficas que no me provocan demasiado interés, más bien me aburren. Sin embargo, si me convence como testimonio de una realidad, triste y dolorosa, cruel y terrible, y que uno desearía no volviera a suceder jamás (aunque esas cosas, desgraciadamente, siguen pasando).

JOSEPH B MACGREGOR

Reseña publicada en EL PLACER DE LA LECTURA

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FICHA DE BÓVEDA EDITORIAL

OPINIÓN VIOLETA JIMÉNEZ

La plata de Judas está escrita por Steven Savile, y es la primera novela perteneciente a la serie (digámoslo así) de las aventuras de Ogmios. Digo que es la primera de una serie, porque no sé de cuántos libros estará compuesta. No sé si será una trilogía, tetralogía, o llegará a más de diez. Por lo pronto sabemos que dos, seguro. Esta, de la que hablaremos en breve, y Gold, que será editada durante el 2011.

Cuando leí la sinopsis, quise verla como una novela histórica, y así la empecé. Pero conforme iba avanzando en la trama, descubrí mi error: es de misterio y aventuras con tintes algo esotéricos, aunque poco. Vamos, que si tenemos que clasificarla en la estantería de alguna manera, iría de la mano del Código da Vinci de Dan Brown. Es un Código da Vinci a la inversa. Es decir… quienes hayan leído esa novela, recordarán que el tema principal de ésta es la búsqueda del santo Grial. No desvelaré nada del final, para no aguar la fiesta a quien aun no la haya leído y tenga intención de hacerlo, pero todos recordamos quién o qué era el santo Grial. Pues el inicio de esta novela es muy parecido a esto que he comentado. Tenemos un personaje en común, María Magdalena. Que a la pobre, a pesar de ser una prostituta según la Iglesia, bien protagonismo le están dando los escritores de la actualidad…. Y en vez de Jesús, es Judas el origen de la trama.

Además, también hay en la historia un cuadro. Al inicio de la novela, se dice que es un Rembrandt, oscuro y melancólico, variante del Judas arrepentido que se creía desaparecido. Ahí se vislumbra la historia a la que nos acerca el autor. Aparece Judas, las 30 monedas y María Magdalena. Un resumen algo burdo de la trama.

Eso sí, aquí, en vez de un investigador y la chica, tenemos a cuatro protagonista, más el jefe y el informático. ¿No os recuerda un poco a Mentes Criminales? Bueno, pues sí, algo parecido. Pero este grupo es británico, no pertenece a ningún grupo gubernamental conocido, es decir, es secreto, nadie sabe de su existencia. Son una especie de agentes secretos muy parecidos a James Bond pero sin tantos artilugios ni chicas y sin tanta suerte como él. El grupo en cuestión se llama Ogmios, y actúa cuando los restantes se encuentran sin salida.

Es una novela con una estructura divergente. Al principio todos se encuentran reunidos, se les explica el problema, y cada uno tira para un lugar diferente. No vuelven a converger.

Los capítulos son asimétricos, tienen distinta cantidad de páginas, dependiendo de la acción de la novela. Además, cada uno representa a un protagonista. Vamos saltando de uno a otro, yendo a los diferentes lugares donde se encuentran estos.

También hay que resaltar algunos flashbacks al pasado para narrarnos aquello que pasó hace tanto tiempo, bien en la época de Judas, o años posteriores.

Es dinámica, rápida y atrapa de momento. Juega con la tensión y el suspense, el miedo y el dolor. Muy entretenida.

Los protagonistas, como ya he comentado son seis: cuatro que llevan la voz cantante, el jefe y el informático que es el que ayuda desde la central a todos ellos. De los cuatro miembros activos, Konstantin fue ex-agente de la KGB; Frost perteneció al regimiento nº1 de Paracaidista en Kosovo, y luego integrante en el equipo de la SAS de Proyectos Especiales; Orla, la única mujer, había estado en la M16, especialista en inteligencia de Oriente Medio, y Noah también perteneció a los militares aunque tengo que confesar que no recuerdo donde. Todos son personajes atormentados, con una vida pasada muy difícil, que se juegan la vida en cada uno de los casos a los que se les manda.

Pero lo más sorprendente, es que el autor, debido a esa frialdad con la que les describe, hace que el lector tenga poca información sobre ellos. Conocemos mejor a los secundarios que a los protagonistas. Ese secretismo, esa frialdad, se transmite al lector y no llega a engancharse a ellos. Digamos que se centra mucho en describirnos la acción, ésta es la importante en la trama, no los personajes que la llevan a cabo. Por lo menos esa impresión es la que me he llevado yo leyendo.

La acción se desarrolla entre Europa y Oriente medio. Los personajes tienen que viajar de un lado a otro investigando e intentando parar la ola de desgracias que asolan las diferentes ciudades o países. Sí, podemos decir que es una novela catastrofista. Nos encontramos con asesinatos, sectas, posibles suicidios, muertes multitudinarias, muertes de personas importantes e impactantes… Vamos, que te quedas helada desde el principio al fin… Y sí, el final es abierto. Cierra lo que es el caso, pero deja la puerta abierta a una continuación anunciada.

Es una novela de esas que hace sufrir, porque no puedes relajarte en ningún momento: sufres por los personajes, por la historia, por el final… Te deja el corazón en un vilo. Pero la verdad es que engancha y resulta entretenida. Eso sí, recordad que va de la mano del Código da Vinci….

VIOLETA JIMÉNEZ

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FICHA DE ALIANZA EDITORIAL

OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR

Las cenizas de Abril (XII Premio de Novela Fernando Quiñones, 2011) se me antoja básicamente como una bonita y turbulenta historia de amor y revolución, ambientada en los años anteriores a la Revolución de los Claveles que tuvo lugar el 25 de abril de 1974 en Lisboa (Portugal) como reacción al golpe de estado de Marcelo Caetano, presidente dictatorial de un gobierno autoritario y terrible; situación que nos resultará muy familiar y fácilmente reconocible a la mayor parte los españoles.

La novela refleja la realidad de aquellos años en la capital lisboeta a través de las diversas peripecias de varios personajes ubicados no sólo en la facción que mostraba su oposición al régimen y luchaba por su derrocamiento sino también en aquella que utilizaba la represión, la tortura y la violencia como armas de dominio, vigilancia y control ciudadano. A la primera de ellas pertenecen Sophia y Fernando, dos jóvenes enamorados e idealistas, que luchan juntos contra la dictadura, participando en el secuestro de un ex – agente de la P.I.D.E. llamado De Andrade, personaje al que también se da voz a lo largo de la novela y que representaría a los hombres utilizados por el régimen para mantener controlada, vigilada y atemorizada a la población.

El narrador de la historia actúa a modo de Master of Puppets (Amo de Marionetas) – al parecer conoció a Sophia en Paris – intentando que cada personaje tenga su espacio propio a lo largo de la narración, exponga sus razones, sentimientos o inquietudes y/o describan los diversos sucesos que van protagonizando. A través de ellos, Manuel Moya, autor del libro, realiza un repaso por hechos históricos precedentes al estallido de la Revolución: las sublevaciones de Ángola y de otras colonias portuguesas, el maltrato y las funestas consecuencias que padecieron aquellos jóvenes que hacían el servicio militar y que regresaban a casa con graves secuelas físicas y/o mentales o el uso y abuso de la tortura y la muerte por parte de la policía política, reflejo de la decadencia o desgaste que sufría el Régimen en los últimos años. En ese sentido, el autor de la novela no escatima en detalles y destapa los entresijos de un gobierno dictatorial que tenía los días contados y lo hace con grandes dosis de convicción y veracidad, sin caer en el fácil panfleto o en los defectos de la típica novela política, aunque con cierto distanciamiento y frialdad también.

El reparto de roles me pareció bastante equitativo y equilibrado. De este modo, podemos entender o solidarizarnos no sólo con los que se oponían a la dictadura sino que además podemos comprender, aunque no justificar, a los que trabajaban para ella. Poco a poco, el narrador nos descubre las diversas conexiones entre unos y otros y utilizando el flashback de manera desordenada aunque no caótica, como eficaz recurso narrativo para motor esencial para hacer avanzar la acción. Él mismo posee un importante rol a lo largo de la historia.

 Como consecuencia de todo lo anterior, Las cenizas de Abril es una novela de personajes, que se nos muestran como de carne y hueso, muy verdaderos y con hondura; capaces de evolucionar y/o de equivocarse, aunque a la historia le falte quizá una mayor implicación emocional por parte del autor para conseguir de ese modo calar con más profundidad en el lector.

 JOSEPH B MACGREGOR

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Opinión de Joseph B Macgregor

Ernest Fenollosa (Salem 1853- Londres 1908) es considerado como uno de los más reputados orientalistas finiseculares. Descendía de un amplio linaje familiar de origen catalán y valenciano. Su abuelo, de origen valenciano, se trasladó a Málaga después de las Guerras Napoleónicas y su padre marchó a Estados Unidos como un modo de librarse de las levas de la Primera Guerra Carlista.

En 1886, el emperador de Japón encargó a Fenollosa la misión de dar a conocer el arte japonés en Occidente, tarea que aceptó de manera incondicional, que emprendió con gran entusiasmo y en la que puso especial empeño. En el año 1890, fue nombrado director del Departamento Oriental del Museo de Bellas Artes de Boston. Falleció inesperadamente justo cuando empleaba todo su gran bagaje cultural y conocimientos sobre Oriente en la realización de Epochs of Chinese and Japanese Art, obra magna de la que llegó a completar dos tomos. Posteriormente, su esposa envió al poeta Ezra Pound los últimos manuscritos de su marido, incluidas sus traducciones de textos clásicos chinos. Con gran parte de dicho material, Pound escribió y publicó Cathay (1915), uno de sus poemarios más celebrados. De ese modo, los textos y ensayos de Fenollosa ejercieron una enorme influencia en gran parte de los vanguardistas europeos de la primera mitad del silgo XX. De hecho, podemos descubrir este influjo en las últimas obras de teatro de W. B. Yeats, las teorías sobre el montaje de Eisenstein, los seminarios orientales de Lacan y, como es obvio, en la poética de Pound.

La edición española de Introducción a la cultura china se estructura en tres bloques. El primer apartado, el más extenso, Arte y Civilización es un resumen de su obra magna Epochs of Chines and Japanese Art (1912). Desde mi punto de vista, resulta con diferencia la parte más interesante del libro. Fenollosa realiza un recorrido cronológico por la historia del arte chino desde la era de las primeras dinastías (2852 a.d.C – 2204 a.d.C.) hasta finales del siglo XVIII. Aparece como un texto accesible, claro y muy ameno que no precisa de grandes conocimientos previos en el tema por parte del lector ni le exige que posea una gran erudición para disfrutarlo. El objetivo del autor es tratar de demostrar que, en contra de lo que se suele presuponer, el arte chino no surge de una cultura encerrada en sí misma sino que surge como resultado de múltiples influencias tanto internas como externas. Así, por ejemplo, en las típicas esculturas chinas que representan a un dragón se puede advertir el influjo de otras culturas como la griega. Fenollosa nos muestra la evolución del arte chino como resultado de la confluencia de las tres grandes religiones que a lo largo de la historia han convivido (o no) en Oriente: el confucionismo, el taoísmo y el budismo. Dependiendo de cuál de ellas adquiera una mayor preponderancia en una época concreta, las manifestaciones artísticas variaban o adquirían características diferentes. De igual modo, las invasiones mongoles o la posterior llegada al país de misioneros dominicos y franciscanos dejaron su huella en el arte y la literatura china ya sea como influencia de ambas culturas (la mongol y/o la europea) o bien como reacción en contra. En ese sentido, resulta un texto muy instructivo y ameno, que se lee muy bien.

En el segundo bloque del libro podemos leer el que es considerado como uno de los ensayos más celebrados del autor, Los caracteres chinos como medio poético (The Chinese Written Character as a Medium for Poetry). Este texto me pareció un poco más denso que el anterior. En esta ocasión, sí que considero necesario que el lector domine un poco disciplinas tales como la etimología o la lingüística para poder acceder con mayor profundidad en el, por otro lado, interesante ensayo de Fenollosa en el que se nos subraya el carácter ideográfico de las palabras chinas; cada grafía resulta de la unión de un concepto y de una imagen que representa dicho concepto y lo dota de significado. Así, por ejemplo, el verbo “ver” está representado por una grafía que imita el dibujo de un ojo modificado con unas piernas simplificadas o el sustantivo “caballo” simula un caballo con sus cuatro patas. De ese modo, para una mejor traducción de los poemas chinos es necesario superar el cerrado y cuadriculado (así lo considera Fenollosa) sistema lingüístico, sintáctico y gramatical occidental al que opone el oriental, mucho más lógico y práctico, desde su punto de vista.

Como consecuencia de todo lo anterior, el autor ofrece algunos consejos para traducir textos literarios chinos, especialmente poemas, ya que consideraba que hasta ese momento los traductores lo hacían de manera errónea. En su opinión, estos intentaban adaptar o encajar los versos de un poema a la sintaxis occidental, cuando quizá debiera ser al revés: tratar de entender la idiosincrasia oriental y partir de ella para realizar la correcta traducción al idioma europeo correspondiente.

La última parte del libro reúne una antología de los más importantes textos filosóficos y literarios chinos, escogidos y traducidos en el original por el propio Fenollosa y se me antojan como un adecuado y sustancioso complemento a los dos ensayos anteriores.

JOSEPH B MACGREGOR

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